Surrealista se va de tiendas con una de las primeras figuras del deporte andaluz. Pero el éxito no se le ha subido a la cabeza y Jesús Navas, centrocampista del Sevilla Fútbol Club, nos sorprende por su talante sencillo y amable mientras nos habla de sus gustos, sus prioridades y sus retos de futuro en el equipo de sus amores
El sol comienza a apretar en Sevilla cuando dos chispazos azules preceden la entrada a tientas de Jesús Navas en Butsu, el establecimiento de ropa de la calle Méndez Nuñez, nuestro punto de partida. La gran calidad de su trayectoria en el Sevilla Fútbol Club le ha valido una enorme popularidad en la ciudad. Una fama que es inversamente proporcional a la actitud discreta y tímida de sus 22 años. Navas apoya sus 60 kilos de peso concentrados en 1,70 de estatura en una columna y gira su gorra en el aire apoyada en un solo dedo mientras decidimos por dónde empezar. Él lo tiene claro, y se prueba un par de polos celestes, su color favorito, “junto con el rojo”, aclara sonriente. Unos zapatos de sport y un bañador, por eso de que las vacaciones están a la vuelta de la esquina, completan las compras de este chico de Los Palacios en Butsu, donde se pueden encontrar las prendas más british en la marca Hackett. El futbolista, sin embargo, se decanta “por la ropa deportiva y los vaqueros. Las chaquetas y las corbatas sólo para las ocasiones que lo requieren, pero en cuanto puedo me las quito”.
Jesús Navas es de esas personas que sonríen con la mirada, y aguanta los primeros planos sin poses forzadas, en una actitud sincera que se apoya en su parquedad de palabras. Su trabajo le obliga a mantener una disciplina y un sentido de la responsabilidad que asume con naturalidad. “Apenas tenemos tiempo para salir, pero el poco que hay lo aprovecho al máximo para estar con mi familia y con mis amigos, que apenas los veo. Y cuando salgo me gusta ir de compras, al cine con mis hermanos y nuestras novias… nos gustan sobre todo las películas de terror”. Jesús Navas se define como una persona con sentido del humor y al que le gustan las bromas. Algo que no será difícil de practicar con sus cuatro hermanos, dos pequeños y dos mayores, todos chicos y grandes aficionados al fútbol desde pequeños. De hecho uno de sus hermanos, milita en las filas del Xerez Deportivo. La siguiente parada no queda muy lejos, en la misma calle que Butsu entramos en Gallardo, donde Jesús Navas va completando su look veraniego probándose varias gafas de sol. La gente lo mira por la calle y los más atrevidos le hacen algún comentario. Él se toma con calma la petición diaria de autógrafos y le echa un vistazo a las camisetas mientras asegura que los aficionados “me paran lo normal, es lógico, porque el equipo está haciendo cosas importantes y es centro de atención. Mi sueño sería poder competir otra vez en la Champions League. Sería una oportunidad muy bonita de hacer algo grande para el fútbol sevillano”. Algo para lo que este deportista considera fundamental el buen ambiente del vestuario. “Lo mejor que tenemos es que llevamos varios años juntos, y eso influye mucho en el juego colectivo del equipo, porque siempre será mejor si te llevas bien con los compañeros”.
Después de tanta caminata toca hacer un alto en el camino para tomar un aperitivo. Y ningún sitio mejor que la Bodeguita de Antonio Romero II, en la calle Gamazo. Una Coca Cola y un “Piripi”, montadito especialidad de la casa, entran sin trabajo alguno en el estómago de Jesús Navas, un chico de gustos gastronómicos sencillos “mi comida favorita son los filetes con patatas y los guisos caseros de toda la vida que hace mi madre”. Su trabajo, sin embargo, le obliga a llevar una dieta determinada, “pero estamos acostumbrados, no tenemos más remedio que cuidarnos, porque al jugar un partido cada tres días tienes que estar al cien por cien”.
Nuestros pasos se dirigen ahora hacia Fnac, el gran establecimiento de productos de audio, vídeo y literatura ubicado en la avenida de la Constitución. Allí Jesús se va derechito a la sección musical, donde elige el último cd de un buen amigo, el jerezano David Demaría, que triunfa con su último trabajo recopilatorio La fuerza de la voluntad. El sevillista no se resiste a escuchar algunos temas mientras nos confiesa que “no soy muy bailón, aunque me gusta el pop y la música de David Bisbal y Chayanne”. Antes de despedirnos hacemos la última parada en Groucho, el bar de copas y cafetería situado en la calle…. allí tomamos un café y vivimos los últimos momentos de este shopping con Jesús Navas, un chico sencillo con un gran futuro ante sus ojos.
Por:L.R Fotos: Deinm Estudio
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| Reportaje de Surrealista (2008) |
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